Loca por Lorca, Lorquísima…

Soneto de la guirnalda de rosas
¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez y mil la luz de enero.

Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.

Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.

Pero ¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.

Este año, para gozo de todos y todas los que admiramos a Lorca, en la Comunidad de Madrid se conmemora el Año Lorca 2019, dedicado al poeta universal en el centenario de su llegada a Madrid. Esta iniciativa hace un recorrido por el legado y huellas del poeta desde el teatro, poesía, danza, música, cine y conferencias.

Corría la primavera de 1919 y llega a Madrid a estudiar derecho, a la Residencia de estudiantes, un joven granadino de apenas 20 años, Federico García Lorca que se convertiría en el poeta español más leído de todos los tiempos.

En esta institución progresista por la que pasaron desde Marie Curie, Paul Valery, Alexander Calder hasta Einstein, y que fue el primer centro cultural de España y un hervidero de creación e intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras, se encuentra con compañeros brillantes y grandes creadores como Salvador Dalí, Luis Buñuel, Pepín Bello, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez a quien ensalza con estos versos “el gran poeta está en su torre”, y entra en contacto con las nuevas corrientes artísticas.

Esta institución le marcó sobremanera y en 1922, ya consciente de su condición de artista, le suplica a sus padres por carta que no le obliguen a volver.

«Yo es que he nacido artista, como el que nace guapo, como el que nace cojo». Dejadme las alas en su sitio, que yo os respondo que volaré bien (…) si me devolvéis a Granada me ahogo».

En este vídeo se puede ver un extracto de “Las alas en su sitio” sobre la correspondencia de Lorca con sus padres que fue representado en la Noche de los Libros en la Real Casa de Correos en la voz de Consuelo Trujillo como madre de Lorca, y Javier Ballestero en la del poeta.

Su obra poética y de teatro fue excepcional, y su personalidad y figura elevada ya a genio, pero un 16 de julio de 1936, en los albores de la Guerra Civil española, Lorca se empeña en ir a celebrar su santo y el de su padre a su Granada natal. Su amigo Rafael Martínez Nadal, con quien pasó su último día en Madrid, trata de convencerle hasta el último momento de no viajar a Granada ante el cariz de la situación. Lorca, de manera premonitoria y siempre lúcido, le dice « Rafael, estos campos se van a llenar de muertos». Poco imaginaba que él sería uno de los primeros.

En Granada, rechazando los ofrecimientos de México y Colombia para exiliarse, se refugia en la casa de su amigo poeta falangista Luis Rosales y allí es detenido. Y aunque éste y Manuel de Falla tratan de convencer al Gobernador José Valdés de que le liberen, en la madrugada del 18 de agosto de 1936, Federico García Lorca fue fusilado junto a un olivo y cerca de la acequia de Aynadamar, que en árabe significa «fuente de las lágrimas».

Lorca dejó escritos estos versos premonitorios como si la historia ya fuese escrita:

«Ya no me encontraron. ¿No me encontraron? No. No me encontraron. Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba, y que el mar recordó ¡de pronto! los nombres de todos sus ahogados.»

Su cuerpo nunca encontrado y a los 38 años se apagó su voz, aunque nada ni nadie pudieron silenciarla y ya es eterna.

Extracto de la ficción sonora “Lorquiana” en la voz de la actriz Cayetana Guillén Cuervo en el marco de la Noche de los Libros de 2018.

Aquí se puede consultar el programa completo:

http://www.comunidad.madrid/actividades/2018/ano-lorca

«Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía es el misterio que tienen todas las cosas.»